Así serán las primeras Escuelas Inteligentes porteñas
Están ubicadas en el barrio Parque Donado e incluyen proyectores interactivos, pantallas inteligentes, cartelería digital y realidad aumentada de Microsoft.
Avanza la construcción del primer Edificio Escolar Inteligente de Buenos Aires, un nuevo espacio que incluirá tres escuelas con foco en la innovación tecnológica, bioambiental y sustentable.
El complejo se llama Escuela del Siglo XXI y será pionero en eficiencia energética y seguridad. Tendrá proyectores interactivos, pantallas inteligentes, cartelería digital y realidad aumentada de Microsoft. La Escuela está ubicada en el barrio Parque Donado –Holmberg y Dr. Pedro Rivera–, y estará lista en la segunda mitad de 2016. Incluirá el Instituto Superior del Profesorado en Educación Especial, la Escuela Infantil Nº 8 y la Escuela Primaria Nº 24 D.E. 15 “Francisco Morazán”. Algunas de las innovaciones tecnológicas que incorporan estas escuelas son: proyectores interactivos, pantallas inteligentes, cartelería digital, realidad aumentada, mesas inteligentes, tecnología para la interrelación y análisis de información. También habrá espacios para talleres, actividades artísticas y laboratorios, además de espacios comunes como gimnasio, patio cubierto y SUM. Incluirá una biblioteca de perfil digital, en donde se podrá recargar los dispositivos móviles, descargar apuntes o publicaciones y sincronizar trabajos en equipo. Además, tiene un sistema de edificio inteligente con interrelación y análisis de información que centraliza y recolecta datos de distintos subsistemas –control de acceso, CCTV, alarmas, grupo electrógeno, termomecánica, iluminación, gas, sonido, sanitarios y alarma de incendio– y en base a eso dispara actuadores que permiten un manejo "a medida" de los edificios. Esto básicamente se traduce en un importante ahorro energético, ya que se puede saber qué espacio está ocupado y cuál no, dónde se está gastando electricidad y aire acondicionado y dónde no, cuánto tiempo de uso lleva la lámpara de cuarzo que elimina bacterias de las aguas tratadas y qué volumen de agua de lluvia se está reutilizando, entre otras cosas. El objetivo es lograr una experiencia de inmersión sensorial. El alumno no recibirá una clase unidireccional sino que el aprendizaje será estimulado por varios sentidos. El visual, con pizarras táctiles LED y proyectores; el auditivo, con parlantes en cada esquina del cielo raso del aula; y el olfativo –aún en desarrollo–, con emisión de fragancias al lado de cada parlante.
